El uso de productos de baja calidad en sistemas fotovoltaicos puede generar una serie de problemas que afectan tanto la eficiencia como la durabilidad de las instalaciones. Algunas de las prácticas más perjudiciales incluyen:
Elección de paneles solares ineficientes: Los paneles solares de bajo costo y calidad suelen ser menos eficientes y tener una vida útil más corta. Esto puede resultar en una producción de energía inferior a la esperada, lo que reduce el retorno de la inversión a largo plazo.
Inversores de mala calidad: Los inversores, que convierten la corriente continua en alterna, son componentes esenciales. Si se utilizan inversores de mala calidad, es probable que fallen antes de tiempo, afecten el rendimiento general del sistema o incluso representen un riesgo para la seguridad. Además, podrían no ser compatibles con otros elementos del sistema fotovoltaico.
Uso de cables y conexiones defectuosas: La instalación de cables y conexiones de baja calidad puede provocar pérdidas de energía, sobrecalentamientos e incluso cortocircuitos. Los materiales deficientes en los conectores también pueden afectar la eficiencia general del sistema y representar un peligro.
Instalación inapropiada: A menudo, los sistemas fotovoltaicos se instalan de manera incorrecta debido a la falta de experiencia o el deseo de reducir costos. Esto incluye la colocación incorrecta de los paneles, la instalación de inversores o el uso de estructuras de montaje inadecuadas, lo que pone en peligro tanto el rendimiento como la seguridad de la instalación.
Desatención de las normativas de calidad y seguridad: Algunas empresas que optan por productos más baratos no cumplen con los estándares nacionales e internacionales de calidad para la instalación de sistemas fotovoltaicos. Esto puede generar fallos prematuros, poner en riesgo la seguridad o invalidar las garantías ofrecidas.
Mantenimiento inadecuado: Los sistemas fotovoltaicos de baja calidad no siempre están diseñados para resistir el mantenimiento frecuente. Esto puede hacer que el mantenimiento sea más costoso y menos efectivo, además de acortar la vida útil del sistema.
Información engañosa sobre el rendimiento: En ocasiones, las empresas prometen rendimientos y durabilidad que sus productos no son capaces de cumplir. Esto crea falsas expectativas en los consumidores y perjudica la relación costo-beneficio, además de generar insatisfacción.
Las consecuencias de estas malas prácticas pueden ser graves, afectando tanto el costo de la inversión como el rendimiento del sistema a lo largo del tiempo. Por ello, es fundamental elegir productos de calidad y contar con profesionales capacitados para asegurar una instalación eficiente y duradera.